Celebrando 30 (y dos) vueltas al sol

Pues se llegó el día.

Después de dos años de postergar un viaje muy esperado para celebrar mis 30 vueltas al sol, se logró. Además, estoy segura de que recordaré esta aventura con mucho cariño, en especial por la compañía y lo que surgió en esta región vinícola. Este viaje se convirtió en algo más que una celebración personal; se transformó en un testimonio de adaptabilidad y crecimiento.

En 2021, cuando la pandemia estaba “estabilizándose” le dije a Víctor que el próximo año, en mi cumpleaños, quería celebrar en San Francisco y en la región de Napa y Sonoma.

Soy una persona apasionada por planear, organizar, definir rutas y encontrar los spots imperdibles de cada lugar al que visito, por lo que no es sorpresa que para celebrar este cumpleaños arme un board de Pinterest, marque los lugares en Google maps, hice un Excel detallado y empecé a enlistar todos los lugares a donde quería ir.

Originalmente, el viaje se dividía en tres partes: Yosemite, San Francisco y Napa. Y como mencioné al inicio, pasaron 2 años entre que la idea del viaje surgió hasta que se hizo posible – en el inter recibimos a Elena, nuestra hija - y cuando le das tanto tiempo a una persona obsesionada con organizar viajes lo que sucede es que terminas con un itinerario completamente distinto al plan original.

En resumen, omitimos Yosemite para poder compartir esa aventura con Elena en un par de años, así que destinamos 4 días a San Francisco y 5 Napa.

La ciudad tiene su encanto, vistas envidiables y una gastronomía que te vuela la cabeza, pero la región vinícola es otro paquete.  

¡Espera pronto el detalle!